ODISEA
Con la pampa tatuada en las pupilas,
angustioso horizonte cardinal,
transcurro otros paisajes, no los mios.
Casi ajenos, prestados se dirían.
Viajo en tren por el árido pedrusco
acaso recordando lo imposible;
certero de que todo es un instante,
ya sea sueño, ya indigente vigilia.
Me observo en el cristal de la ventana
buscándome esa pampa en las pupilas,
quizá un verdor que siempre me fue ajeno.
Puesto el ser en la yema de mis dedos
palpo la calavera de mi rostro,
y más allá el paisaje continúa.
(de 'Poemas Catalanes')
EL CARACOL
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Carga al suicidio sobre su cerviz
Deja melancolía en los bordes de una manzana
Vivir es esperar, estarse yendo
Un irse unirse renunciando
hacia la gra...
Hace 1 día
2 comentarios:
Maestronardi!!
Gracias, su elogio es excesivo!! Sobre todo sabiendo las consecuencias de escupir Viento en Contra, aunque allí sople la respuesta.
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