POESÍA QUECHUA, Poesía Oral,
Biblioteca Básica Universal, Centro Editor de América Latina SA, Bs. As., 1980.
Selección de Daniel Freidemberg del libro "Poesía Quechua", Galerna, Bs. As., 1978 (trad. Seabastián Salazar Bondy).
PASTORIL
Una llama quisiera
que de oro tuviera el pelo
brillante como el sol;
como el amor fuerte,
suave como la nube
que la aurora deshace.
Para hace un quipus
en el que marcaría
las lunas que pasan,
las flores que mueren.
DESPEDIDA
Hoy es el día de mi partida.
Hoy no me iré, me iré mañana.
Me veréis salir tocando una
flauta de hueso de mosca,
llevando por bandera una tela
de araña;
será mi tambor un huevo de
hormiga,
y mi montera, ¡mi montera será
un nido de picaflor!
MALAGÜERO CÓNDOR
Por la puerta de mi casa el
cóndor revolotea,
por encima de mi pueblo da la
vuelta,
demasiado, demasiado carnívoro
es
aquel cóndor;
demasiado, demasiado carnívoro
es
el cóndor malagüero.
luego él está sabiendo
mi solitario destino
y mi pobre estrella.
Por eso, por la puerta de mi
casa
revolotea y revolotea
el cóndor malagüero,
da la vuelta y da la vuelta,
el cóndor malagüero.
MARIPOSA MENSAJERA
Encargué a una mariposa,
envié una libélula,
para que fuera a ver a mi
madre,
para que fuera a ver a mi
padre.
Volvió la mariposa,
volvió la libélula,
tu madre está llorando,
diciendo;
tu padre está sufriendo,
diciendo.
Yo mismo fui,
yo mismo me trasladé,
y en verdad mi madre lloraba,
y en verdad mi padre sufría.
YO CRÍO UNA MOSCA
Yo crío una mosca
de alas de oro,
yo crío una mosca
de ojos encendidos.
Trae la muerte
en sus ojos de fuego,
trae la muerte
en sus cabellos de oro,
en sus alas hermosas.
En una botella verde
yo la crío;
nadie sabe
si bebe,
nadie sabe
si come.
Vaga en las noches
como una estrella,
hiere mortalmente
con su resplandor rojo,
con sus ojos de fuego.
En sus ojos de fuego
lleva el amor,
fulgura en la noche
su sangre,
el amor que trae en el
corazón.
Nocturno insecto,
mosca portadora de la muerte,
en una botella verde
yo la crío,
amándola tanto.
Pero, ¡eso sí!
¡eso sí!
nadie sabe
si le doy de beber,
si le doy de comer.
LA PALOMA AGRESTE
Qué viene a ser el amor,
palomita agreste,
un pan pequeño y esforzado,
desamorada;
que el sabio más entendido,
palomita agreste,
le hace andar desatinado,
desamorada.
Palomita agreste,
desamorada,
amanece el día
que yo me vaya.
Aligera golondrina,
palomita agreste,
enséñame tu camino,
desamorada;
para irme sin que me sientan,
palomita agreste,
y salvar de mi destino,
desamorada.
Palomita agreste,
desamorada,
amanece del día,
que yo me vaya.
CUANDO TE VEAS SOLA
Cuando te veas sola en la isla
del río,
no estará tu padre para
llamarte.
¡Alau!, hija mía;
tu madre no podrá alcanzarte.
¡Alau!, hija mía.
Sólo el pato real ha de
rondarte
con la lluvia en los ojos,
con sus lágrimas de sangre;
la lluvia en sus ojos,
lágrimas de sangre.
Y aún el pato real ha de irse
cuando las olas del río
embravezcan,
cuando las ondas del río
se precipiten.
Pero entonces yo iré a rondarte
cantando:
“Le arrebaté su joven corazón,
en la isla,
su joven corazón,
en la tormenta”.
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