Jacobo Fijman, POEMAS CON
FECHA, “Cántico Trascendente y Otros poemas” (1952 – 1969). En Obras (1923 –
69) 1: Poemas. Araucaria Ed., Bs. As., 2005.
Canción de la Doctora del
Anillo de Jaspe
Voy cantando cantando
el estupor de los divinos
nombres de todo cielo y toda tierra.
Mi voz se enciende como el
amargo mar cubierto por el trópico de cabras,
mi voz de sanguinarias
tardes de occidente,
el incruento occidente de
toda flor que es sacra.
Voy cantando cantando
voy cantando por las calles
del estupor, por voz de cruz y de estupor de estrellas,
por estupor de cruz de
estrellas.
Voy cantando cantando
por los vivos cristales de
las claras ovejas,
por la extática lumbre de la
muerte:
yo soy la beatísima doctora
de aquel portal de las personas,
del eterno portal de toda
gloria.
Mi voz, mi voz se enciende
como los negros peces del corazón de tierra
en el seco candor de la
pobreza.
Voy cantando cantando
por la Ciudad Eterna, con
sus calles más lentas y sus luces más graves,
por los vivos cristales de
toda flor que es sacra,
con el amor que sangra sobre
preclaros montes,
de llamas y de fuego,
encendido en la llama y en
el fuego de la extática lumbre de la muerte.
Voy cantando cantando
por los fríos cristales
entre los bueyes duros de las rojas tierras
el estupor de toda voz y el
estupor de todo canto.
Voy cantando cantando:
Negra soy, pero hermosa,
llena de lágrimas de llanto
en el seco candor de la pobreza.
Voy cantando cantando
el estupor de los divinos
nombres de todo cielo y toda tierra
por el portal de toda gloria
en extática lumbre de la muerte.
(Hospicio de las Mercedes,
1952)
Cuento de Sheherezad
¿Qué quieres que yo sea?
Si dijeras la flor
yo sería la flor.
En la luz, en el alba,
¿qué quieres que yo sea?
Has vestido de serlos ríos y
las lunas.
Los peces en la luz,
los peces en el alba
recogieron las lunas.
Si dijeras la flor
llevaría la flor
con mil sueños y noches
a las bodas de muerte.
(24 de abril, ¿1953?)
Libro de la Hermosura Negra
Libro de la hermosura negra
del contemplar
por el más sutil de los
escribas que compuso
las sacras líneas sin más
color ni más
naturaleza que el primero
entre todos en el
supremo orden de la
superesencial divina esencia
densa y plenísima de
arcanos; sentencioso y
fácil, en que se expulsa el
acto reverente de la
muerte sobre la faz original
de la incomprensi-
ble muerte en la increada
substancia de la
muerte.
(18 de septiembre, 1953)
Canción para la Niña Prosa
de la Cruz
Ésta es la isla de mar
y ésta es la casa de llanto.
Tú sobre el mar
aproximas el llanto.
La isla da una flor,
un pájaro, una niña,
y la casa la grave
soledad informada
del amor y del llanto.
Este día es la isla
y este día es el mar,
y esta noche es la casa
sobre el llanto de mar,
tú prosa de la cruz,
de una flor a otra flor
de esta tierra de casas
obre estrella de mar.
(13 de noviembre, 1962)
Muy Beata Poética Beata
Tú sentirás la pura
eternidad,
sinfigura, beata,
sinrazón, infinita,
sinfigura, absoluta,
sinfigura, beata.
Tú sentirás la pura
simplición,
beata vestidísima beata
sinrazón, indistante,
la simplición harmónica
beata,
sinfigura, beata,
de eterna eternidad.
(26 de noviembre, 1962)
Canon
Castilla parte en cruz las
aldeas y torres,
los versos y los llanos.
El Cid cabalga en cruz;
y los siervos blasfeman con
la sangre de Cristo.
Los molinos se tornan por un
tiempo de muerte;
y Don Miguel Cervantes
redime los cautivos
con ayunos y prosas
consonantes.
Castilla dice el Canon en la
sangre judía
de los niños judíos;
y las torres malditas de las
viejas aldeas
asesinan en cruza los
siervos y llanos.
(28 de noviembre, 1962)
Versecillos de Castilla la
Muerta
Tú, platero de siervos y de
siervas
en cuyas manos son las cosas
abscondidas,
ibas por soledad
de torres y campanas
en soledad rajada de
Castilla la Vieja,
la de mulas y sierras,
y torres y campanas
y soledad rajada de Castilla
la Vieja,
tú, platero de siervos y
siervas
en la lución beata de los
cirios,
¿quién tocará la eternidad
en sus piedras de muerte?
-Tú, platero del río de la
luna,
de tamboril y gaita,
de aldea y de lluvia, de
torres y campanas,
y soledad rajada de Castilla
la Muerta.
(1 de enero, 1963)
Polifonía
Vaya peso de estrella con su
rayo de espanto
de eterna eternidad de
eternísimo llanto;
que está de toda soledad
eternísima toda de toda
eternidad.
Yo la había de estrellas de
toda eternidad,
la que fue más que eterna de
eternísimo espanto
en un peso de llanto,
de soledad y rayo de toda
soledad.
(febrero, 1963)
Janua Caeli
En una tabla viejal
a niña lleva el llanto
de los días con sus noches
y tres rayos divinos.
Tú pintada de bodas,
de torres y campanas,
de ríos y colinas y rebaños,
y una luna de fiesta
con historia de gentes.
Tú pintada de sueños,
los niños echan piedras,
los caminos espinas,
y la sangre su gloria.
Cantan en las afueras
las figuras sentadas.
Tú la niña pintada de los
sueños
en la puerta de cielo,
tú querías la flor
y la paloma blanca,
y una luna de gentes
con la sangre de gloria.
(19 de abril, 1963)
Romance de la Ausencia
Estoy ausente
del amor y del odio
con un río de nombres
olvidados
y los pájaros músicos
en las tinieblas rojas como
lirios.
Estoy ausente
con muchas lejanías
en las sombras trenzadas
de las niñas criollas,
de pampa azul,
bajo la nube blanca
más grande que los cielos y
la muerte.
(26 de abril, 1963)
Confíteor
Quitemos toda flor.
Nos dejaron sin nombre la
ciudad y la gloria.
Está sola la muerte,
sin pasión y sin llanto.
Tres golpes han llamado la
eternidad beata,
tres golpes de tinieblas,
sin pasión y sin mundo,
han llamado en las horas
de un antiguo reloj de
ciprés y tristeza.
Quitemos toda flor,
que está sola Lutecia,
está sola la muerte.
Tres golpes han llamado la
eternidad beata.
(14 de mayo, 1963)
De la Aldea en los Naipes de
Castilla la Vieja
Con unas mismas lunas
aprendimos la muerte:
un aldea en los naipes de
Castilla la Vieja,
cuando en muerte de viernes
en ayunos y llanto
con unas mismas lunas
en ayunas y muerte.
Entonces siempre lunas
reparamos la luna del aldea.
Allá donde tú tienes la
canción y la aldea,
tú me llevas contigo en el
día de muerte
con el día de viernes y las
mismas aldeas,
y las lunas y muerte.
(25 de junio, 1963)
Romance de Nombradía
Cuando andaba Castilla
de la cruz sufriente,
bien pudimos de llanto
de los nombres de Cristo.
Pues que somos la muerte
a buena eternidad
partimos el aldea
de los días y noches.
+(Fue para amor camino+)
bien nombrados de muerte
eternidad.
Estamos recibidos
de toda flor de estrella.
Nos llevamos Castilla de las
torres la Vieja
para Castilla eterna,
bien nombrada la muerte
de cruz, de eternidad.
(30 de agosto, 1963)
Égloga Concreta que Sustenta
la Abstracta Belleza de las Cosas, para el Místico Doctor San Juan de la Cruz
Tú que engendras rebaños de
húmedas llanuras
y cálamos sonoros de bosques
y de vientos,
pastor de efigies tenues y
clarísimas nubes,
la arboreidad de sombras
emanan en tu canto;
y un corazón antiguo de
noches y de días
solloza en el amor de los
graves balidos.
Una nueva substancia renueva
la sustancia
de la flor o la mente,
la emanación, el sueño, la
vigilia,
la grandeza del mínimo, la
lucidez, el fuego.
Del corazón antiguo de
noches y de días
sollozan el amor de los
graves balidos.
Quien golpea la tierra llama
temor de muerte,
simulacros tan densos como
piedras eternas.
Tu bondad nos responde en
las cañas agrestes,
tú que ingenias rebaños
de la luz en la nube de la
muerte.
(6 de diciembre, 1963)
Cántico Trascendente
Las estrellas se fugan en el
mar y la noche
donde encuentra su imagen la
belleza fugada.
Pero también la noche en
todo el mar
transfigura sus partes en la
noche,
en la flor, en el sueño o en
la muerte.
Tu soledad es una fuga de
máxima belleza
de cuerpos y sin cuerpos,
del amor y del llanto,
una idea del mundo
con sus cielos y vientos.
Tú que vuelves ahora
secretamente eterna
tan en sí como es Dios, la
belleza o el mundo.
Dios se fuga en la gloria,
en el uno de gloria
de la estrella, del mar.
(25 de diciembre, 1963)
Epístola Rural
Se anuncian en la flor
los limones Asyrios;
y el ciprés concorpora la
más alta tristeza
de la virtud celeste.
Las viñas, los olivos y las
palmas,
las manzanas redondas con
sus días y noches,
y cuadrúpedas sombras de
chivos o de cabras
correrán en el agua de la
luna creciente,
circunscritas y vanas como
el mundo.
(12 de abril, 1964)
Epístola a Favonio
Quirinus vela el sueño de la
ciudad eterna.
Te recomiendo el Tíber, oh
Favonio de España,
las dulces aguas de sus
aguas muertas.
Cilicia escribe sombras en
las piedras de Roma;
y fatua las redacta de las
lunas al mundo.
Etruria pantomima.
Los lidos y curetas
pantomiman la danza
de ciclos y de vientos
con perlúcidas noches
y las cabras leñosas con
estupor celeste.
Troya vence a los griegos en
legiones romanas.
Te recomiendo el Tíber, oh
Favonio de España.
(28 de mayo, 1964)
Canción de Pueblo y de
Senado
Reconoce el ciprés, oh
Volumnia beata,
los mirtos prepotentes y las
selvas romanas.
La flauta pastoril
compone los rebaños de las
tardes
de esplendor y laurel.
La corneja vencida
depónese en el llanto;
pero el águila afina la
razón de la muerte,
los mirtos prepotentes y las
selvas romanas.
Cuando nazca tu hijo
nacerá la pobreza con los
nombres de Cristo.
Oh Volumnia beata, oh
Volumnia beata,
los mirtos prepotentes y las
selvas romanas.
(1 de junio, 1964)
Canción en Dogma Regular de
Cristo
Magistrado de cruz que
residencias cosas,
tú dabas las palomas y las
nubes celestes
en las solemnes formas de la
ciudad eterna.
Tu destino es muy alto, y la
respuesta gloria.
Los campos en la tarde
quedaron en la tarde,
y tú dabas palomas a las
nubes celestes.
Magistrado de la cruz,
tu canción regular cantaba
sobre montes
razonando palomas en las
nubes celestes.
(17 de agosto, 1964)
Cana de Galilea
Están cerca las bodas
y el cántaro de piedra
y la noche de tierra.
Tú, la noche de bodas
y sustancia de tierra,
levad el cántaro de piedra,
Cana de Galilea,
inmanente, perfecta,
de cántaro, de piedra,
y la noche de tierra.
(2 de octubre, 1964)
Égloga Común
Los corderos y bueyes,
indiferentemente,
vieron nubes y luna sobre el
mar;
y los pastores vieron,
indiferentemente
los bueyes y los corderos,
y tomaron la luna, los
bueyes y corderos,
y las cuatro vigilias,
indiferentemente.
La luna es del pastor,
y más en el pastor,
y menos en el buey.
El mar, el mar,
sobre la luna, sobre el mar.
El pastor y el cordero,
el ángel y la luna,
indiferentemente,
sobre la luna y sobre el
mar.
(28 de octubre, 1964)
Flor de Santidad
Ya quietaron, amor, con la
última estrella
de eternidad el mundo;
y se unen los vientos en la
nueva manzana.
Tu corazón concibe de las
cosas
el verbo de las cosas,
tú que espiras, amor,
y que mueves los nombres son
la última estrella
sobre el último fruto de la
tierra.
Tú ves la nube, de la flor,
la belleza del ángel, la
profunda belleza
circunscrita del ser
sobre el no ser más puro del
empíreo beado.
Ya quietaron, amor, con la
última estrella
de eternidad del mundo.
(28 de octubre, 1964)
Álamo de Castilla
La ciudad de Toledo:
desamparo de torres
y cenizas de águilas
vencidas,
de cuya soledad,
antiguo olvido de dolor
y quebranto de nubes,
con el uno y el otro,
teniéndose en la gloria
de una misma muerte;
y tú que ves el álamo tanto
ves al Quijote,
y menester de lanza,
y siendo en los cipreses ya
te cubres de llanto,
tú, ciudad de Toledo, la
ciudad de Toledo
para te recordar,
álamo negro de pasión y
muerte.
(16 de marzo, 1965)
Romance Lunar
Lunador, cuatro lunas
han lunado los cielos
que valen a los trigos y
cebadas,
una luna de tierra secará
las manzanas
cerrándose en los ojos más
bellos de la muerte.
Y tú lunante por las lunas
lunado
entre cosas y cosas,
aún el ser del verbo, y las
lunas, y mar,
aún el ser lunado,
y los ojos abiertos que
sacran a la muerte.
(24 de mayo, 1965)
Letanía del Buen Uso
Uso a lunas y mar,
¿de qué mar es el viento,
uso a lunas y mar?
Llamemos a la aldea
para el viento de mar,
por estar con las lunas
dando lunas y mar,
uso a lunas y plata,
plata blanca de mar,
dando lunas y mar
y la aldea asentada
a las lunas de mar,
¿quién de las lunas está
de lunas y de mar?
Tañen nuevas campanas
uso de majestad.
(25 de mayo, 1965)
Gramática de Estrellas Fijas
Tú que traes ausencia de aldea,
han pasado los campos, y los
bueyes son graves.
Del septentrión las nubes,
y la Osa Mayor,
y su algo eviterno de
celeste bondad.
Por el amor de las primeras
lunas
y la luna suprema,
con la última luna se
producen las albas,
y la mujer nutrida de los
claveles rojos.
Vendrá la misma luna cuatro
veces de luna,
y las especies mismas, las
razones diversas,
de toda llama surgen cuatro
virtudes lindas,
bajo la pulcra luna
y las estrellas fijas de la
luz arraigada.
La luna está dispuesta con
sus tiempos de luna
y la flor de tu llanto sobre
el amor del mundo.
(14 de septiembre, 1965)
De Mística Teología
Tú que vuelves por lágrimas
el evo del arcángel y la rosa,
Tú que luces el acto de los
soles beatos,
¿a quién ama el amor de las
dulces gacelas?
¿a quién la eternidad?
Tú que vuelves por llanto la
soledad, la muerte,
las torres olvidadas y la
paz de la aldea,
y tu cuerpo más fuerte,
más presente que el sueño de
la luz y la muerte.
(8 de diciembre, 1965)
Copla Trascendente, o Divina
Relación para Tórculos de Castilla la Vieja
Con leyenda dorada
andan por libros viejos, de
quien la rancia gloria,
las armas y varones,
la agudeza rompiendo las
murallas,
muy en orden las letras, y
la paz, y la muerte,
las gentes y las lenguas, la
cristiandad perfecta,
los hierros y marfiles,
retablos y ciudades,
binas y primaveras, ser de
campos, de estrellas:
el trigo, la cebada, y la
paz, y la muerte.
(1965)
Égloga de Bodas
Recibidas las lunas,
con éstas sean bodas.
Los cielos crían lunas,
y las tierras ovejas.
Tú, venida a la aldea,
sabionda de tierra:
los montes quedan altos
y poniendo las cabras,
y de vos soledad.
Los cielos crían lunas,
y las tierras ovejas,
los montes quedan altos,
y contigo las cabras;
y siendo aldea a lunas
con éstas sean bodas,
los montes y las cabras.
(1965)
Égloga de Castilla
Algo baja en la parte de las
mulas y llanos.
Vamos de medianoche,
y de éstas las tierras
ya concluido los montes,
en cuenta de la luna,
la cual será vieja,
por tanto de los mirtos
allegamos Castilla
algo baja en la parte de las
mulas y los llanos.
(1965)
Canción para la Bella Sor
María de Ágreda
Aún los mediodías,
y los campos infusos y de
estrella,
como quiera de cabras,
muchas negras y yermas,
con sosiego de pinos entre
montes
de Castilla la Vieja.
Más dulce toda flor y más
pura su muerte
aún los mediodías, cual de
estrellas.
Amor de ser y ser detiene
eternidad
en Castilla la Vieja.
(21 de diciembre, 1965)
Con Castillas de Antes, con
Castilla la Vieja
Soledad, soledad,
hasta que haya flor y llanto,
el que antes habías la misma
flor,
el mismo llanto.
Para mulas de carga los
llanos y montañas,
y las hijas del rey,
para mirar cantando las
albas y las albas,
y sus ojos iguales y su
llanto.
(25 de diciembre, 1965)
Solsticio de Verano
El círculo de montes y de
cabras,
la eternidad equívoca, el
ángel y la muerte
con el sol más perfecto,
y la ciudad infusa de la luz
y su canto.
Aún los montes son equívocas
cabras
y las cabras de montes.
La eternidad unívoca de Dios
con el ángel que muda las
entrañas de piedra
y sus ojos infusos y la luz
y su canto
con el sol más perfectos
mirando eternidad del ángel
y la muerte.
(27 de diciembre, 1965)
Canción de Manos Taciturnas
Ocupadas de Muerte
Las encinas retiran las
águilas más rojas
cocidas en el barro de las
nubes y llanos.
Tuya es la tarde de la luz,
del día,
y la flor de la sangre con
el nacer que nace de tu boca
en la noche carnal
de estampas, y de nombres, y
de lunas.
El tacto se alimenta de
esplendor;
y la muerte vital sabe del
horizonte
la anunciación del mundo.
Tus manos taciturnas eran
verdes y graves;
y los negros pinares de las
naves,
poseídas de muerte.
(31 de enero, 1965)
Siempre en Sí
Con su campo de estrella
el nombre solariego de
torres y rebaños,
las más águilas rojas de
torres y rebaños,
las más águilas rojas,
potentes y triunfante,
el vespertino celestiar,
flor de rayos y gloria.
La piedra sanguinosa en
tiempo de muralla.
Aquel mar sobre el mar,
el ángel eviterno
con aquel universo de fuego,
de candor,
siempre el mismo de ser y de
no ser;
el pavor y su lejos, y su
lejos de llanto.
(14 de marzo, 1966)
Verso Poliformo
En el nombre mayor
las ásperas colinas
turbándose en las cabras y las noches,
y los valles profundos,
que nacen de los soles,
alabaron los días,
que viven con el árbol de
las gentes romanas.
En el nombre mayor,
voy buscando las cosas,
sintiéndome en la tarde
de ciudades y llanos;
y los pasos en flor
tocan impenetrable eternidad
de la belleza pura con
belleza de mundo.
(28 de marzo, 1966)
Relación de Elegía
Ahora viene en soledad
el cordero, la flor,
el pájaro, la nube,
la tarde para siempre de la
tarde,
de luna a la luna,
la metáfora siempre,
ya la canción en sí,
la soledad más alta,
el cordero, la flor,
la agonía beata,
la aldea, la torre,
y la luz siempre en sí,
la soledad, el mundo,
el corazón en sí,
el llanto siempre en llanto
de beata agonía, mientras
sube la aldea,
del cordero o la flor,
la beata agonía
del amor y del llanto.
(24 de abril, 1966)
Balada para el sueño de las
Tardes
Tú que cortas manzanas
de la reciente eternidad
concluida de la aldea,
las manzanas en flor,
las manzanas del alba;
esta aldea del nombre con
aldea
más inmóvil que el nombre
del fuego o de la tierra,
tú que cortas manzanas,
que sean las manzanas,
en iguales distancias, en
distancias eternas.
Las tardes inclinaron las
recientes manzanas,
inclinaron aquellas
ingeniosas
de eternidad de eternidad.
(27 de abril, 1966)
Urbs Antiqua Fuit
Córdoba muere en soledad
tañendo el su cuerpo de
dolor y de llanto,
tú que llevas las cabras,
ya negras, y ya rojas,
y la pasión vestida de la
tarde.
La rosa y toda flor,
el pábulo, la cera, y la
lengua dotal
de Castilla la Vieja.
El alma sentidora hace en
las manos
la eternidad del mundo.
Pero Córdoba muere, la
Córdoba dotal
tañendo el su cuerpo de
dolor y de llanto.
(1 de junio, 1966)
Epílogo del Ángel o la Flor
Tu corazón de luna vieja
coexiste en la tarde
de tu sueño perfecto.
Las cosas son eternas
del ángel o la flor.
Tu corazón se enciende con
la noche
de la luna más vieja
y la verdad eterna de las
cosas
del ángel o la flor,
y diez cielos que tañen
sobre el mar
de la luz y la muerte.
(25 de julio, 1966)
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